No hay que dejarse encandilar por la belleza de la librería El Ateneo, en Santa Fe 1860, que recicló el edificio del Gran Splendid, un viejo teatro construido en 1917 que luego fue cine y en el cual recuerdo haber visto el estreno de La Ley del Deseo de Almodóvar allá por los años 80. Esta librería es para ir a mirarla, tomarse un cafecito quizás, comprarse algún libro, así, al pasar. Pero para buscar y mirar libros, para sumergirse en ese mundo, hay tantas librerías más agradables con menos aire de supermercado o de museo (que a veces se parecen).
Sin ir más lejos, la más humilde (en cuanto al aspecto) librería Cúspide, al lado de El Ateneo caminando hacia Callao y todas sus sucursales, por ejemplo, la de Galerías Pacífico en la calle Florida. En ambas, el personal me trató con mucha amabilidad. Uno de los vendedores me ayudó a buscar una lista de unos veinte libros, no solo con paciencia, sino también con alegría.
En la calle Corrientes, hay muchas librerías de todo tipo y vale la pena tomarse unas horas para caminar mirando libros, tomar café, quizás comerse un pedazo de pizza y por qué no, terminar con un cine o un teatro. La librería Hernández en Corrientes 1436 (entre Paraná y Uruguay) es una de las clásicas. También está la librería Losada en Corrientes 1551 (entre Rodríguez Peña y Paraná) acá presentada por Carlos Rosas uno de esos libreros que saben de libros, de los que Buenos Aires está llena. Además, recomienda otras librerías, como por ejemplo, la Prometeo, especializada en historia, antropología, ciencias sociales y políticas (acá presentada por el librero Ricardo Morales).
Afuera del circuito de Corrientes y de Santa Fe hay muchas, muchísimas más librerías, por toda la ciudad de Buenos Aires. Una de mis favoritas es la Librería Norte, en Las Heras entre Azcuénaga y Pueyrredón, con poesía, humanidades, ciencias sociales y mucho más:
O la librería Arcadia, en Marcelo T. de Alvear 1548.
Programa infaltable cada vez que voy a Buenos Aires: andar de librería en librería, hablar con los libreros, comprar libros.
Esta vez, pasé tres días en la ciudad de Santa Fe y, además de ir a la Universidad, comer boga grillada al lado del río y tomar una cerveza en Las Delicias, tuve el placer de visitar la librería Del otro lado, en la calle 25 de mayo 2889. Otra de esas librerías. Gracias Santiago Venturini por el dato.
Acabo de descubrir el blog Andru! Leí esta nota y te quiero recomendar otros lugares para ir a ver libros. El parque Rivadavia está lleno de puestos y se encuentran cosas nuevas, viejas, agotadas, películas, revistas etc etc
ResponderBorrarSan Telmo también está surgiendo muy fuerte con muchas librerías pequeñas pero super lindas y muy interesantes.
Y en la calle Florida al 835 hay una galería que tiene librerías casi escondidas en medio del fragor de la peatonal y algunos arbolitos haciendo sus tristes negocitos.
un beso grande desde bs as, tu prima Ale
Gracias, Ale. Qué bueno ir ampliando el radio de librerías. Y que me recuerdes los puestitos de parque Rivadavia, maravilloso lugar. Y la de Florida no la conocía. Ya son puntos obligados de mi intinerario la próxima vez que ande por ahí. Un beso grandote prima querida.
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