El 21 de mayo nos visitó el escritor
mexicano Jorge F. Hernández con una charla titulada “Claridad errante con
mariposas amarillas: Octavio Paz y Gabriel García Márquez”. Uno que hubiese
cumplido 100 años y otro que nos acaba de dejar hace poquito más de un mes.
La
charla fue develando los vericuetos de la historia de las relaciones sociales y
familiares que hacen a un escritor y las decisiones y coincidencias que van marcando
su camino. Desde la genealogía paterna de Octavio Paz, con ese abuelo
intelectual que peleó para Porfirio Díaz y ese padre, abogado y político, que
participó de la reforma agraria, nos regaló anécdotas inolvidables de su
relación personal con Paz y luego con García Márquez. Como cuando la oncóloga
de Hernández le dio una misma hora para el tratamiento semanal que coincidía
con la de Gabo, lo que le permitió a Hernández, además de curarse del cáncer,
recuperar la alegría de vivir y hacerse de un nuevo mentor. Porque Hernández
nos cuenta de la generosidad de Octavio Paz para leerle y corregirle los textos
en su juventud. Similar generosidad le
mostrará García Márquez, que dicho sea de paso, era el padre de sus amigos de
la infancia: Rodrigo y Gonzalo. Y nos cuenta de los amigos mexicanos de García
Márquez, que lo mantuvieron económicamente mientras el escribía ese libro que
se iba a llamar La casa pero que finalmente va a llamarse Cien años de soledad y A
Hundred Years of Solitude y Hundra år
av ensamhet y百年の孤独 (Hyakunen no kodoku) y Cent’anni di
solitudine y Sto godina samoće y Сто година самоће y
tantos
otros títulos que lo harán famoso en el mundo entero y le ahorrarán el dinero de los
taxis, dado que los taxistas lo homenajean eligiendo no cobrarle.
Pero Hernández también resaltó la importancia de
Octavio Paz como poeta. ”Su
poesía es la piedra angular para entenderlo,” dijo. Y explicó que sus ensayos
surgían de una necesidad de completar lo que la historiografía no lograba
transmitir. Nos recordó que a pesar de la fama y de los premios recibidos, no
se lo lee mucho hoy en día y añoró su presencia, que nos hubiese ayudado a
entender tanta violencia y tanta muerte en el México de hoy. Por eso, habló de
la urgencia de lograr que los jóvenes de hoy lo lean.

Como
escritor, Jorge F. Hernández (1962) ha publicado novelas, cuentos y ensayos.
También escribe regularmente en los periódicos Milenio y El País
Internacional. Las últimas dos columnas en Milenio trataron sobre Malik Bendjelloul, director de cine sueco al
cual Hernández admiraba y al cual le hubiese encantado entrevistar si la muerte
no le hubiese ganado de mano:
En busca de Malik Bendjelloul 2014-05-15
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